sábado, 8 de janeiro de 2011

El Olvido

Era una parte mía
que caminaba sola buscándote.
Nada la hacía parar
y cuando algo la enfrentaba
desaparecía.

Era alguna cosa
que llevaba por dentro
y se escapaba de mí
cuando te perdía.
Tomaba vida propia
y le rezongaba al silencio
que te hacía invisible.

Entonces me dijo que dolías
como duelen las cosas bellas
que no se pueden agarrar.

Y se hizo unas alas y un escudo
de coraje y soledad.

Y voló para lejos
llevándose mi parte con ella
y desde entonces
-entonces sí-
te pude empezar a olvidar.

cristina

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